Una imagen restaurada también hace referencia a la persona en la que te conviertas, por la obediencia en la palabra de Dios. Así, el espejo se hace reflejo de luz en la tierra y la conducta lo hace visible en favor de la pobre humanidad. O bien, dicho en otras palabras, la imagen no se identifica como quien es, sino con quien la conforma, por medio de lo que hace. Pues, en la sombra se esconde el secreto de quién podemos llegar a ser, si hacemos de quién él es un lugar para habitar. Por tanto, la verdadera posición en el corazón define las obras y la forma de vida. Lo mismo que una persona honesta no puede proyectar una imagen falsa, porque lo que tiene en el corazón saldrá por su boca. Con todo, construir con palabras una imagen falsa y pretender sostenerla con las mismas, es parecido a deshacer la representación por la boca, hasta enmendar con palabras nuevas el error. Puesto que el engaño tiene el propósito de destruir las habilidades interiores que desvelen a aquel a quien adoramos, por medio de las obras. Ahora bien, una vez tomamos la forma correcta en nosotros, su imagen nos restaura para que todo lo que hagamos sea un vivo reflejo de él.

Maria Carme Rafecas Casas

10 de octubre de 2019, Vilafranca del Penedès (Barcelona). España.