Una historia de fidelidad entre dos mundos intermedia en todo momento entre la tierra y cielo a un tiempo que una mujer con el rostro bañado en lágrimas y comprometida con el misterio eterno, susurra una hermosa canción de amor.
De hecho, a través de la oración revive tal vez el encuentro más tierno de su vida; el niño dormido en sus brazos y ella como dormida en brazos de Dios. Una historia de la humanidad que se levanta a cada paso y se llena de sentido tanto más capaz es de ver la bondad y misericordia de su Creador. Huellas auténticas que se inclinan al pasear ante la belleza y la justicia del Hacedor, aun cuando existe solo en el pequeño cielo de su corazón. E igual que una madre acuna a su bebé en silencio, le ofrece cada latido hasta dormirse juntos los dos. No obstante, al despertar, el misterio adorado traspasado por la indiferencia de las almas por tanta bondad, yace ya únicamente en su interior. Si bien, al ver extenderse un día más por el mundo tan dolorosa Pasión, renace la primera discípula del Niño Dios en el Divino Corazón, entonando el cántico más hermoso de la Salvación.
Una historia de fidelidad que aprovecha el momento actual bajo la apariencia de un niño pequeño en una vida ordinaria donde acontece el Reino de los cielos y manifiesta cómo es fiel a sus promesas, en todas partes, siempre, en todo.
Canciones de cuna. Fragmento número 7 – Una historia de fidelidad – . Imagen subida en pinterest por Vida Sana/Edificante. Canción: Labor Of Love · Andrew Peterson · Jill Phillips