La resolución de dudas tiene un papel clave ante las fuertes incertidumbres en el pueblo. Movida por una fuerza que no puede resistir, acepta la misión que se le ha confiado y se decide a ir a su encuentro. Más aún, en un mundo donde muchos la buscan pero equivocan el camino, su figura simboliza un perfecto equilibrio entre la sencillez y la belleza. Por ello, su esencia es tan auténtica en medio de una conversación como en los momentos de quietud y descanso. O bien, dicho en sentido figurado; se relaciona con la poesía y la literatura, ama la luminosidad plena y le agrada observar a los pájaros. Aunque, solo ve: no oye ni puede hablar. Tal vez por esa razón, unida a su temperamento personal, hace que su reacción ante las dudas de la multitud sea reservada. Es decir, sí, percibe que se abre en todas las dimensiones de la naturaleza: en la mente, en la imaginación, en los afectos, en el cuerpo. De modo que da prueba de su fortaleza y no cede ante las presiones, ni aun cuando la sociedad está sometida a tanta confusión, tanta mentira. Entonces, la delicadeza de su alma le lleva a hacer con frecuencia, el propósito de enmienda. Si bien, antes que los enamorados deshojen a una flor cualquiera, con el juego de alternar sus pétalos, hacia un amor con o sin límites. Total, para no entristecer más al Cielo, la resolución de dudas;
entra en el abismo y danza de alegría.
Colección Experiencias de Paz. Foto con historia número 108 escrita por Carmen Rafecas. Imagen publicada libre de derechos de autor vía pixabay.