Culture of Peace to drive social change

Pasión y compasión

Pasión y compasión, es algo que se pone en el centro de la obra para afirmar que éste tiene dos sujetos. Esto es, la figura anticipada y la imagen permanente del desenlace de la historia. O bien, una verdadera representación magnífica que comparte el sufrimiento y el amor. De hecho, la presencia de la reina en el contexto, subyace en el trasfondo de la escena, tras la apariencia externa y visible de la obra revelada. Es un título expresado en voz pasiva, aunque acoge con un “sí” personal los proyectos de la pasión, sin reservas y sin sombras. No obstante, como el título de reina no sustituye al de madre, su realeza sigue siendo una consecuencia lógica de su peculiar misión materna. Es decir, en la forma imaginativa característica de la fantasía popular, se podría decir que; desde la perspectiva del nacimiento de su hijo, antes de ver la luz, nos trae la luz de la narración. Esta mención es el desenlace de Aquel que dejándose herir por la corona de espinas, toma la oveja sobre sus hombros y la lleva a casa. De este modo, vemos que la imagen del dolor es una verdadera imagen limpia, en una sociedad que sacrifica al hombre por otros fines e intereses. Por ello, sobre todo, con el alma y con los ojos de la madre, se manifiestan amorosamente los misterios de nuestra libertad. En suma, nadie como ella, en su riqueza vivencial, expresa plena y explícitamente pasión y compasión;

resplandor del mundo, desde siempre y para siempre.

Colección Experiencias de Paz. Foto con historia número 70 escrita por Carmen Rafecas. Imagen publicada libre de derechos de autor vía pixabay.