Deseaba la sabiduría con el alma, buscándola desde la juventud. Decidido a seguirla fielmente, se alejó de las injusticias y no aceptó sobornos. Era justo. No podía ser parcial. Y del mismo modo que un pájaro no puede volar, tanto si está atado a una cuerda gruesa como si lo está con un hilo fino; vendió lo que tenía, les dio el dinero a los pobres y la guardó en su corazón. Su recuerdo duró para siempre y la caridad no se olvidó;
jamás se apartó de ella y con pureza la poseyó.
Post escrito por Carmen Rafecas.