De mirada limpia, corazón alegre y afecto desinteresado, aprende a buscar con el otro, siempre diferente, un bien común. Combatiendo la mentira, aceptando la verdad, buscándola en la oscuridad y defendiéndola, incluso en el peligro. Diálogo y alternancia en el uso de la palabra, dolor que se transforma en amor y equivocaciones asumidas como lecciones, para mantenerse más alerta en adelante.
Confirmada su conducta, con la validez de sus palabras.
Post escrito por Carmen Rafecas.